A veces leo de arriba hacia abajo, a veces de abajo hacia arriba, a veces me pego en comentarios y otras me pego en mil cosas, y no había leído todo.
A veces cuando leo tus palabras, lo que me pasa contigo, con ellas, es que te leo con nostalgia... A veces siento que algunos logran leerme así... lo que pasa simple y sencillo es que, en ese minuto, escribí con nostalgia. Siento que tú lo haces así ahora.
En el mismo momento también, siento que nos pasó algo similar, me leo en tus palabras y me siento en ellas, me reconozco. Y sabes?, Quiero ser franca contigo... vale llorar a veces por lo que uno no tiene y mira a la distancia y añora; por aquello que te deja en silencio y hace que la gente te vea de otra forma, porque el alma no se conforma con contemplar lo que se pierde a veces por no arriesgar, a veces por errar. Hacerlo mal, no haberlo hecho, y así tanta palabra, tanta frase celebre que se pasea por donde uno anda y en realidad a veces uno ya ni anda y eso es lo que nadie entiende. Si te cuento la historia completa, tal vez te reirías conmigo, apuesto a que te sorprenderías o talvez lloraríamos; apuesto a que te verías en ella; si tu me la cuentas a mi es probable que me pasara lo mismo.
Sabes que creo, que la distancia también nos marcó; un poco atrapados a la fuerza y un poco encantados estamos hoy donde estamos y el retorno es improbable, cada vez con más fuerza. Sin embargo, ellos, los grandes amigos, los amores aguerridos, ficticios y reales, forjados con fierro todos ellos y la familia por supuesto, son parte de nosotros y es imposible no extrañarlos, no quererlos, no recordarlos, no sufrirlos; El lugar también hace lo suyo, es abominable comparar Iquique con cualquier otra cosa, (en eso puede ser que te lleve algo de ventaja)... que hago yo aquí?, Igual me lo pregunté un montón de veces, aún me lo pregunto muy seguido pero cada vez con menos frecuencia, porque como que estoy encontrando cual es mi papel en la obra... y parece que me está gustando. Amigo querido, siento que este espacio maravilloso y que podría elogiar por horas, el que nos junta, nos convoca y nos permite hacer esto a diario, el que nos hace parar un rato en la rutina diaria para mirarnos, para contemplarnos, para recordar historias preciosas y reírnos a carcajadas cuando todos te miran y quieren saber que es lo que te pasa y a veces para llorar un poco también (yo lo he hecho en mi oficina un par de veces, lo necesité justo cuando leía a alguno de ustedes y fue como haber llorado con todos); este espacio maravilloso también nos invita a avanzar, así creo yo es la cosa y no sé como graficártelo más claro pero de nuevo bien de verdad, bien de adentro te cuento que me cargaba el romance y la cosa como romanticona: que lata, que soberana lata!... hoy me encanta: me encanta que me regalen flores, que me las dejen así, encimita del escritorio, que me escriban canciones y me la graben y me la manden en un cassette; y así..., también siempre me ha gustado leer, pero hoy me gusta leer poesía como loca, odiaba a Benedetti -que cursilería más grande-, hoy me gusta un montón y que curioso, esto que alguien me regalo, hoy lo quiero compartir contigo... es para ti:
Cada Ciudad puede ser otra
cuando el amor la transfigura
cada ciudad puede ser tantas
como morosos la recorren
cada ciudad puede ser otra
cuando el amor pinta los muros
Y de los rostros que atardecen
uno es el rostro del amor.
El amor pasa por los parques
casi sin verlos pero amándolos
entre la fiesta de los pájaros
y la omilía de los pinos.
el amor viene y va y regresa
y la ciudad es el testigo
de sus abrazos y crepúsculos
de sus bonanzas y aguaceros.
Y si el amor se va y no vuelve
la ciudad carga con su otoño
ya que le quedan sólo el duelo
y las estatuas del amor.
Sin embargo; pese a ello, vuelve al inicio... yo creo absolutamente, que siempre, cada ciudad puede ser otra.
Un abrazo mágico (como dice mi hija, y como yo interpreto: ese que quita todos los dolores y las penas, ese que es para decir que el cariño es inmenso)
En el mismo momento también, siento que nos pasó algo similar, me leo en tus palabras y me siento en ellas, me reconozco. Y sabes?, Quiero ser franca contigo... vale llorar a veces por lo que uno no tiene y mira a la distancia y añora; por aquello que te deja en silencio y hace que la gente te vea de otra forma, porque el alma no se conforma con contemplar lo que se pierde a veces por no arriesgar, a veces por errar. Hacerlo mal, no haberlo hecho, y así tanta palabra, tanta frase celebre que se pasea por donde uno anda y en realidad a veces uno ya ni anda y eso es lo que nadie entiende. Si te cuento la historia completa, tal vez te reirías conmigo, apuesto a que te sorprenderías o talvez lloraríamos; apuesto a que te verías en ella; si tu me la cuentas a mi es probable que me pasara lo mismo.
Sabes que creo, que la distancia también nos marcó; un poco atrapados a la fuerza y un poco encantados estamos hoy donde estamos y el retorno es improbable, cada vez con más fuerza. Sin embargo, ellos, los grandes amigos, los amores aguerridos, ficticios y reales, forjados con fierro todos ellos y la familia por supuesto, son parte de nosotros y es imposible no extrañarlos, no quererlos, no recordarlos, no sufrirlos; El lugar también hace lo suyo, es abominable comparar Iquique con cualquier otra cosa, (en eso puede ser que te lleve algo de ventaja)... que hago yo aquí?, Igual me lo pregunté un montón de veces, aún me lo pregunto muy seguido pero cada vez con menos frecuencia, porque como que estoy encontrando cual es mi papel en la obra... y parece que me está gustando. Amigo querido, siento que este espacio maravilloso y que podría elogiar por horas, el que nos junta, nos convoca y nos permite hacer esto a diario, el que nos hace parar un rato en la rutina diaria para mirarnos, para contemplarnos, para recordar historias preciosas y reírnos a carcajadas cuando todos te miran y quieren saber que es lo que te pasa y a veces para llorar un poco también (yo lo he hecho en mi oficina un par de veces, lo necesité justo cuando leía a alguno de ustedes y fue como haber llorado con todos); este espacio maravilloso también nos invita a avanzar, así creo yo es la cosa y no sé como graficártelo más claro pero de nuevo bien de verdad, bien de adentro te cuento que me cargaba el romance y la cosa como romanticona: que lata, que soberana lata!... hoy me encanta: me encanta que me regalen flores, que me las dejen así, encimita del escritorio, que me escriban canciones y me la graben y me la manden en un cassette; y así..., también siempre me ha gustado leer, pero hoy me gusta leer poesía como loca, odiaba a Benedetti -que cursilería más grande-, hoy me gusta un montón y que curioso, esto que alguien me regalo, hoy lo quiero compartir contigo... es para ti:
Cada Ciudad puede ser otra
cuando el amor la transfigura
cada ciudad puede ser tantas
como morosos la recorren
cada ciudad puede ser otra
cuando el amor pinta los muros
Y de los rostros que atardecen
uno es el rostro del amor.
El amor pasa por los parques
casi sin verlos pero amándolos
entre la fiesta de los pájaros
y la omilía de los pinos.
el amor viene y va y regresa
y la ciudad es el testigo
de sus abrazos y crepúsculos
de sus bonanzas y aguaceros.
Y si el amor se va y no vuelve
la ciudad carga con su otoño
ya que le quedan sólo el duelo
y las estatuas del amor.
Sin embargo; pese a ello, vuelve al inicio... yo creo absolutamente, que siempre, cada ciudad puede ser otra.
Un abrazo mágico (como dice mi hija, y como yo interpreto: ese que quita todos los dolores y las penas, ese que es para decir que el cariño es inmenso)
2 comentarios:
¿Alameda con Cienfuegos?... en mi próximo viaje a Santiago (no sé cuando) te prometo no hacer nada antes de pasar por ahí, y te invito un cafecito, para empezar...
(como esto es pa'l Jano....)Amigo, sé que su espiritu ya está respirando caliche, cosa que me alegra, porque eso le da fuerza a cualquiera. tal vez no coincidamos en este viaje suyo, tan reparador y de reencuentros, pero sepa, que sólo nos faltará el contacto fisico, y el abrazo apretado, porque incluso podemos mirarnos a los ojos cuando me necesite, estoy donde siempre, ahí en su corazoncito, así es que sólo tiene que avisar y seré todo oidos. se le quiere mucho.
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