25 de abril de 2008

14 de abril de 2008

Un video tipográfico y genial


Ya no sé que hacer conmigo
El Cuarteto de Nos

Ya tuve que ir obligado a misa
ya toqué en el piano "Para Elisa"
ya aprendí a falsear mi sonrisa
ya caminé por la cornisa
ya cambié de lugar mi cama
ya hice comedia ya hice drama
fui concreto y me fui por las ramas
ya me hice el bueno y tuve mala fama

ya fui ético y fui errático
ya fui escéptico y fui fanático
ya fui abúlico fui metódico
ya fui púdico fui caótico

Ya leí Arthur Conan Doyle
ya me pasé de nafta a gasoil
ya leí a Bretón y a Molliere
ya dormí en colchón y en sommier

Ya me cambié el pelo de color
ya estuve en contra y estuve a favor
lo que me daba placer ahora me da dolor
ya estuve al otro lado del mostrador

Y oigo una voz que dice sin razón
vos siempre cambiando ya no cambias más
y yo estoy cada vez más igual
ya no sé que hacer conmigo

Ya me ahogué en un vaso de agua
ya planté café en Nicaragua
ya me fuí a probar suerte a USA
ya jugué a la ruleta rusa

Ya creí en los marcianos
ya fui ovolacto, vegetariano, sano
fui quieto y fui gitano
ya estuve tranqui, y estuve hasta las manos

Hice el curso de mitología pero de mi los dioses se reían
orfebrería la salvé raspando
y ritmología aquí la estoy aplicando

Ya probé, ya fumé, ya tomé, ya dejé
ya firmé, ya viajé, ya pegué, ya sufrí, ya eludí
ya huí, ya asumí, ya me fui, ya volvi, ya fingí, ya mentí

Y entre tantas falsedades
muchas de mis mentiras ya son verdades
hice fácil las adversidades
y me compliqué en las nimiedades

Y oigo una voz que dice con razón
vos siempre cambiando ya no cambias más
y yo estoy cada vez más igual
ya no sé que hacer conmigo

Ya me hice un lifting, me puse un piercing
fui a ver al Dream Team y no hubo feeling
me tatué al Che en una nalga
arriba de mami para que no se salga

Ya me reí y me importa un bledo
de cosas y gente que ahora me dan miedo
ayuné por causas al pedo
ya me empaché con pollo al spiedo

Ya fui al psicólogo, fui al teólogo
fui al astrólogo, fui al enólogo
ya fui alcohólico y fui lampeta
ya fui anónimo y ya hice dieta

Ya lancé piedras y escupitajos
al lugar donde ahora trabajo
y mi legajo cuenta a destajo
que me porté bien y que armé relajo.

Y oigo una voz que dice sin razón
vos siempre cambiando ya no cambias más
y yo estoy cada vez más igual
ya no sé que hacer conmigo

Y oigo una voz que dice con razón
vos siempre cambiando ya no cambias más
y yo estoy cada vez más igual
ya no sé que hacer conmigo

9 de abril de 2008

El juego de los cisnes.


Es un pequeño juego que te da la posibilidad de interpretar en cello la pieza musical "Le Cygne", incluida en la obra El Carnaval de los Animales de el famoso compositor frances Camille Saint-Saëns.

Jugar aquí

3 de abril de 2008

LA HISTORIA DEL POR QUÉ COLÓN PUDO DESCUBRIR AMÉRICA

¿Sabes porqué Cristóbal Colón pudo descubrir América?
porque ... ¡¡ERA SOLTERO!!
Imagina si Cristóbal Colón, hubiese tenido una esposa: -
¿Y por qué tienes que ir tú?...
¡No vas a ver a tu mamá. y vas a ir a ver a las Indias!
¿Y por que no mandan a otro?
¡Todo lo ves redondo! ¿Estas loco o eres idiota?
¡No conoces ni a mi familia y vas a descubrir el nuevo mundo!
¿Qué escondes? ¡Ni siquiera sabes a donde vas!
¿Y solo van a viajar hombres? ¿Quién te lo va a creer?
¿Y porqué no puedo ir yo si tú eres el jefe?
¿Sólo hombres? ¡Serán una tira de maricones!
¡Desgraciado, ya no sabes que inventar para estar fuera de casa? (Y TODAVIA NO SE INVENTABA EL FÚTBOL)
¡Si cruzas esa puerta yo me voy con mi mami!
¡Sinverguenza!
¿Y quien esa tal María? ¿Qué Pinta? ¡Y la weona se hace la Santa!
¿Y dices que es una Niña?... ¡vete a la mierda!
¡Todo lo tenías planeado maldito! Vas a encontrarte con indias maracas.
¡A mí me vas engañar! ¡Habla huevón!
¿Qué la Reina va a vender sus joyas para que viajes?
¿Me creeeees weona, o queeeeé?
¡Qué tienes con esa vieja culia!
¡No permitiré que vayas a ningún lado!
No va a pasar nada si el mundo sigue plano ¡Acuéstate nomás!.
¿Suena familiar? O ES PURA COINCIDENCIA

2 de abril de 2008

A ti

Cristián Warnken
Jueves 06 de Marzo de 2008




A ti que lees estas líneas, que estás bajando por una de las tantas autopistas de la ciudad en esta mañana de marzo o, tal vez, estás en un vagón del Metro -con la mirada extraviada, como todos los que viajan a esta hora-, o paladeas el primer café y recorres distraído las páginas de este diario, buscando algo que no sabes qué es. A ti, que llevas a tus hijos al colegio y que acabas de no escuchar una pregunta que te hizo tu hija más pequeña, porque estabas pensando en otra cosa. A ti, que acabas de salir de la ducha y te ves un instante en el espejo. A ti, que pasas rápido a mi lado y casi me empujas y no me ves. A ti, que -con apenas 18 años- te levantas con el tedio pegado en el alma y te enchufas al computador para no abrir la ventana de tu pieza que da al jardín. A ti, que miras a tu marido todavía dormir a tu lado, y ves su nuca y su piel gastada, y sientes en el centro de tu pecho un hueco, la sensación de un cansancio del que quisieras huir a miles de kilómetros de ahí. A ti, que estás comprando el pan sin emocionarte con su olor y su temperatura. A ti, que entraste al cajero automático y descubriste que el saldo de tu cuenta era negativo, y sientes miedo, rabia, angustia. A ti, que acabas de dejar a tu niño en la sala cuna y te fuiste sin cantarle esa canción "que a él tanto le gusta". A ti, que acabas de entrar en la oficina y te dispones a iniciar un día igual a todos los días, trabajando sin amor por lo que haces, como pieza de un engranaje que te devora.

A ti quiero agarrarte de la solapa, del brazo -con respeto, pero con fuerza-, a ti quiero detenerte en tu carrera loca y decirte lo que tal vez nadie te ha dicho nunca, porque no se enseña en los colegios ni aparece en los diarios. Yo no soy nadie para quitarte cinco minutos de tu atiborrada y desesperada agenda, soy uno más entre los millones que bajan esta mañana a comenzar un día más en la ciudad. Entonces, ¿por qué habrías de desconectarte de tu "iPod" o apagar tu celular para escucharme? Pensarás acaso que soy un predicador más, un vendedor de seguros, o alguien que quiere robarte a plena luz del día. Sé que me mirarás con recelo, con molestia, con desconfianza.

A ti, que me oyes pendiente de tu reloj, quiero decirte, antes de que desaparezcas devorado por la multitud: "El hombre es desgraciado porque no sabe que es feliz. ¡Eso es todo! Si cualquiera llega a descubrirlo, será feliz de inmediato, en ese mismo minuto. Todo es bueno".

¿Y eso era todo? -me dirás-. Sí, y te digo: todo lo demás, fuera de eso, es nada.

Si te he agarrado de la solapa y te he abordado a esta hora de la mañana de este jueves que escribo es para decirte que eres feliz y no lo sabes. Y que eso que te dije lo dijo una vez un hombre como tú, que se llamó Dostoyevski. Y yo, ¿quién soy para hablarte así, para entrar en tu privacidad y leerte la cita de un ruso que no conoces? Yo soy el muerto. Yo estoy muerto, tú estás vivo.

¿Muerto tú? -me dirás-. ¡Pero si puedo tocarte y verte y oírte!

Sí, pero estoy muerto. Yo me levantaba en las mañanas como tú, prendía la radio como tú, paladeaba un café como tú, miraba distraído las primeras nubes en el cielo, y llevaba a mi hijo al jardín, y no sabía que era feliz, que estaba vivo. No lo sabía, como tú no lo sabes, como no lo saben tantos que no pisan con placer las primeras hojas del otoño, que no se detienen a ver los primeros rayos de luz colarse por la ventana para entibiar la piel del o la que duerme todavía a tu lado.

Pero esto, en realidad, no me lo enseñó Dostoyevksi, sino mi pequeño hijo Clemente, un niño como millones de niños que en este momento son llevados al colegio, un niño que me hizo una pregunta que no escuché una mañana de un jueves como hoy. ¡Eres feliz y no lo sabes! Eso es lo que enseñan los niños que mueren, eso lo aprendemos de un golpe los que morimos con ellos, eso es lo que los vivos como tú no pueden escuchar.

Me acordé de todos cuando la escuché

Cuatro abuelos, cuatro vientos, cuatro caras, cuatro esquinas, cuatro amigos... 4 esquinas Nano Stern 4 esquinas tiene el mundo 4 abuelos te...