Son de la Lex: Más allá de las leyes de la música latinoamericana
Comenzaron con Los Jaivas y terminaron con "La Fiesta de Tanana" de Congreso. Un derrotero que puede llamar a equivocación en el programa que presentó Son de la Lex el sábado en el Aula Magna. Claro, porque en el primer recital del año, la banda penquista de fusión latinoamericana, invitó a un viaje más amplio, extenso y colorido que el acotado a los legendarios grupos chilenos.
El octeto se escucha más maduro y evolucionando; sin perder el rescate de la tradición (aunque con aires nuevos), se atrevieron a estrenar tres temas originales, la cantante Mariela Caamaño sigue cautivando como nunca, cada día se van acercando a una identidad sonora (se despegaron de Ortiga, Inti-Illimani o Congreso), buen trabajo de las cuerdas (guitarras) y Ximena Aguila es uno de los soportes melódicos indispensables. Pero todo ello no sería posible sin el aporte de Silvio Canese, Juan Pablo Tapia, Juan Pablo López, Diego Fernández, Iván Pérez y José Luis Castro.
De un programa con 16 canciones, momentos sobresalientes estuvieron en "Leite condensado" y "Cambaleando", una bossa-nova y un samba respetivamente, el instrumental "Ucraniana", el vals "Regresa" (donde Caamaño ironiza la carga dramática del texto) casi igual que el tango "Los mareados", la intimidad y estrecha cercanía de "Drume negrita" y el vals "Antes que caiga el sol", con un inspirado Silvio Canese. Dos apuntes finales. Tocar todos juntos y a la vez produce "ruido" y tal vez el octeto podría desdoblarse para sacarle más partido, por ejemplo, a los otros que cantan (como Canese y Pérez).
Son de la Lex sigue asegurando la continuidad de la fusión latinoamericana en la ciudad. Su energía e ímpetu juvenil y el desperjuicio artístico que muestran les ha permitido cautivar nuevos públicos, desmontar algunas de las leyes de la música latinoamericana para sentir que la alegría también puede estar en la canción más triste del mundo. (Rodrigo Pincheira A.)
Diario El Sur
El octeto se escucha más maduro y evolucionando; sin perder el rescate de la tradición (aunque con aires nuevos), se atrevieron a estrenar tres temas originales, la cantante Mariela Caamaño sigue cautivando como nunca, cada día se van acercando a una identidad sonora (se despegaron de Ortiga, Inti-Illimani o Congreso), buen trabajo de las cuerdas (guitarras) y Ximena Aguila es uno de los soportes melódicos indispensables. Pero todo ello no sería posible sin el aporte de Silvio Canese, Juan Pablo Tapia, Juan Pablo López, Diego Fernández, Iván Pérez y José Luis Castro.
De un programa con 16 canciones, momentos sobresalientes estuvieron en "Leite condensado" y "Cambaleando", una bossa-nova y un samba respetivamente, el instrumental "Ucraniana", el vals "Regresa" (donde Caamaño ironiza la carga dramática del texto) casi igual que el tango "Los mareados", la intimidad y estrecha cercanía de "Drume negrita" y el vals "Antes que caiga el sol", con un inspirado Silvio Canese. Dos apuntes finales. Tocar todos juntos y a la vez produce "ruido" y tal vez el octeto podría desdoblarse para sacarle más partido, por ejemplo, a los otros que cantan (como Canese y Pérez).
Son de la Lex sigue asegurando la continuidad de la fusión latinoamericana en la ciudad. Su energía e ímpetu juvenil y el desperjuicio artístico que muestran les ha permitido cautivar nuevos públicos, desmontar algunas de las leyes de la música latinoamericana para sentir que la alegría también puede estar en la canción más triste del mundo. (Rodrigo Pincheira A.)
Diario El Sur
3 comentarios:
A manera de contexto: Pincheira es un periodista de espectáculos del diario El Sur de Concepción. Le critican que escribe de todo el ámbito cultural. Puede ser. Pero el tipo sabe y escribe bien. O sea en Iquique sería como... como... como... como... como... No. No hay.
Y el medio se lo permite, como acá lo hace... lo hace.. lo hace... No. Tampoco hay.
Quería decirlo.
igual notable el tiempo y cobertura que le dan a esto, y como dice lopez, igual que, igual que, igual que...no hay
Escuche una vez a esta porqueria de grupo y definitivamente despues de los tres, no hay nada nuevo en la region del bio bio que sea digno de analisis y columna alguna.
No presentan novedad en lo que plantean, si bien las voces son tremendas, el contexto músical del grupo es plano. Sin cambios ni nuevas ideas que aportar a la música nacional. Una porqueria.
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