dejénme que les cuente

el domingo tuve que viajar a Santiago, para una reunión que sería en reñaca el lunes...llegamos, había tiempo de almorzar, mi amigo y jefe me tenia una invitación pendiente para ir a un restaurante que me había comentado....entonces, llegamos a Santiago y teníamos un par de horas antes de tomar el minibus que nos llevaba a Reñaca...me preguntó...sigue en pie el almuerzo??? confirmando mi intención de ir o no, yo iba enferma de la guata, pero no iba a rechazar la invitación, total yo ya tolero muy bien los dolores de guata....así es que Lourdes, la taxista, nos dejo en un lugar llamado "Ostras Azocar", frente a la iglesia Don Bosco de Santiago, en calle Bulnes, o por ahí...ustedes saben, yo y mi ubicación temporoespacial.... pero era en el centro....o a lo menos era en Santiago.....
en el camino me contó que el lugar estaba reinagurado, ya que había sufrido un incendio el año recién pasado, que era un negocio familiar y que ya tenía varías generaciones....nos bajamos y entramos a una casona grande de colores rojos y cafés...parecido a lo que era el misia carmela.... con mamparas enormes y puertas de vidrio...todavía no terminaba de mirar el lugar y se acerca un señor, muy educado, de traje negro y paño colgando de su antebrazo...y dice, sección fumadores o no fumadores....luego de la respuesta, dice, pasemos primero a la "degustación"...ahí me entre a confundir!!! degustar que, si uno viene a comer, más bien de eso se tratan los restaurantes...de degustar un almuerzo....bueno caminaba mirando mientras pensaba, hasta que nos deja en una barra, como de bar, que era de alguna noble madera...sin asientos y un señor también vestido de negro que se afanaba en abrir una inocentes ostras, al mirar entendía, te daban como para probar...tres pequeñas ostras, puestas en un plato, con limones partidos y un pequeñisimo vaso de vino blanco, para mi sorpresa, al girarme encontré dos tinas, como las de los baños de mamiña, es decir de cemento, en las estaban muchas ostras esperando ser devoradas por los comensales, a esas alturas, yo ya me podía ir, me había parecido fantástico y eso era gratis....yo podía irme después de tres ostras, decir que no me gustaron e irme....perfecto!!!...sin embargo al probar esas ostritas, ahí vivitas, como sacando almejas en la playa,,,ponerles limón y luego depositarlas en mi buche....entonces ya no había vuelta atrás....me tome una paila marina...maravillosa para ser en Santiago....notable, notable. todo acompañado por un cantante que recordaba a Victor Jara .....en conclusión... espectacular, gran regalo...en todo caso nada comparable a una almeja abierta y lavada en la misma playa, su limón de Pica y san se acabo....