LA SACAMOS BARATA

GRACIAS POR LOS LLAMADOS. AQUÍ VA UNA RESPUESTA COMÚN.

La casa de La Tirana se quemó. Pero, digamos, la mitad. Aunque, en realidad, la mitad del terreno, porque la parte que “habitamos” se salvó casi totalmente. O sea, la sacamos barata.

A ver: El incendio iba desde 16 de Julio hacia Obispado. La pared de la casa sirvió de corta fuego, pero no pudo evitar que se quemaran los techos de las tres piezas de concreto de ese lado, tampoco que tomara el baño, las dos habitaciones de adobe que estaban al medio del patio ni la del mismo material que quedaba al fondo. Lo bueno es que, salvo el baño, estas tres piezas prácticamente no se usaban.

Lo afortunadamente extraño es que también se salvó el cuarto de mis viejos y la cocina, ambas de barro y la segunda con techo de cartón. En éstas dos se guardan los pocos muebles que usamos durante La Fiesta.

Hacia el otro lado de la cuadra o, mejor dicho, de la Manzana, ni hablar. Siguió el infierno –como le gusta escribir a los periodistas-. De hecho, cuando íbamos bajando por Obispado, las casas de esa calle estaban en el suelo, y lo lógico era que la nuestra también. Pero poniéndole el techo a tres habitaciones, reparando su instalación eléctrica, construyendo el baño y levantando la pared que nos separa de la Vieja Silvia –y que de todas maneras había que hacer- estamos. Por ahora sólo necesitamos sacar los escombros y limpiar. La sacamos barata.