16 de octubre de 2006

Por los profesores.


Pensar en los profesores es automáticamente viajar por en medio de las salas de clases, los patios del colegio, la campana o el timbre pa los mas modernos, los pizarrones, los himnos, el delantal, la colación (parece que el recuerdo del colegio merece otro post)... Bueno y en ese contexto, tan protector para algunos, tan insustancial para otros, el reflejo de los Sabios Señores y Señoras que nos educaron con amor, con paciencia, con esfuerzo, con dedicación y también con desparpajo, en alguno que otro caso, vienen a decir que si es de profesores de los que me gustaría hablar es lógicamente de las buenas imágenes en que nos cruzamos, nos conocimos, en que compartimos con algunos de ellos.

Así, la Tía Marisol, porque en ese entonces la profesora más que la profesora era la “Tía” y uno la sentía un poco como tal, “hermana de mi papá o de mi mamá”... Que puedo decir, mi relación con ella partió de ese concepto, entonces yo la amaba con todo mi corazón, ella era perfecta: era joven, muy bonita, yo diría regia, muy contenedora, muy amorosa, absolutamente querible, era una morenaza estupenda y fue mi profesora jefe desde 1ro. a 6to. básico; en medio habían otros y otras profes, pero a mi no me interesaban mucho ellos, yo lo único que necesitaba par ser feliz, era la aprobación de mi tía Marisol; pucha que la quería. Cuando peque, yo era muy buena alumna, eso hacia también que nuestra relación fuera especial, pero de verdá lo que más me gustaba de la Tía Marisol, es que nunca vi en ella esa actitud de discriminación con los más flojos, los más cargantes del curso. Ella literalmente era como una gallina que cuidaba y amaba a sus pollos... A sumar, a restar, Antes a leer, a dividir por mil números, a disertar y todo eso aprendí con ella, en verdá es importante la figura del profe... yo la requetadmiraba y la requetequeria también. De hecho mi dolor más profundo era que mi colegio era un colegio inglés chico, particular, que tenía sólo hasta 6to. básico y por ende yo me tenia que cambiar de colegio en cuanto pasara a 7mo., Qué pena más grande, entre otras cosas porque tenia que dejar a mi profesora querida. Bueno y que pena más grande porque nunca más supe de ella, un tiempo siguió siendo la profe de mi hermana, la Nadia, y luego se fue del colegio.

Más tarde me cambie al 1 (Liceo), en Santiago: puras mujeres, puras adolescentes... osea: “Pobres profes hombres”, yo me acuerdo como joteábamos al Héctor Olave, profe de Castellano, que era un Adonis, osea quien no se enamoró del Olave, Todo el Colegio yo cacho; Moreno, Alto, regio, tremendo forro, (porque era el tre-men-do forro), ojazos verdes, SSSHHuuuuu... todo lo que les diga es poco... Puta, Castellano era un agrado, osea incluso era un favor que nos hacían en el colegio, además escuchar cuando leía los Poemas de Neruda o de quien fuera... que quieren que les diga i-rre-pe-ti-ble; o cuando paseaba por el pasillo con sus manitos en los bolsillos, un abrigo largo y una bufanda al cuello, MINO, MINO, MINO, MINO. Había otros bastante bien, harto profe hombre en ese colegio, yo cacho que era una estrategia pa mantener el interés digo yo, la motivación y eso. Entre ellos había un genio, un weon capissimo, mi profe de Biología a quien yo tenía todo el respeto del mundo, capissimo el tonto Juan Atria, jamás me saqué un 5 con el weon, me estudié el Glavic entero al revés y al derecho y un montón de libros más y nada, reforzamiento y cuanta wea hubiera, puta me gustaba el ramo, me encantaba y yo pensaba: soy negá pa esta weá... en fin el profe era un weon sin sentimientos, era capo pero no transmitía nada y la dura le daba lo mismo cuantas weonas podíamos repetir por su ramo, además yo era si no “la más”, la más cercana al desorden con patas... Con el tiempo, en Iquique, conocí un profesor increíble , capisimo también, como que recién le tomé el verdadero sentido al estudio, el ramo siempre me gustó pero este profe era increíble, nadie podrá olvidar lo angelical de Enrique Muñoz, que profesor, la cagó yo de verdá amaba las mitocondrias, los ribosomas, el ADN y toda la cantidad de weas que tuve que estudiar y por primera vez aprendí algo que lo llevé por siempre conmigo: como materializar mi esfuerzo en actos concretos... En notas en este caso. Inolvidable el “Pelao Muñoz”, bueno en ese colegio varios personajes: El Samy, chico infeliz, Rey de lo UNOS, lo odié con todo mi corazón, su equilibrio de Ecuaciones que ganas de meterselo por cualquier parte; El Marambio, como se llamaba? se me olvidó de verdá, era Marambio y punto, personaje el weon; el mijito rico que sería el profe de Inglés que tampoco me acuerdo de su nombre (la memoria de mierda); El Ronny, roncando a todo chancho mientras nosotros los muy weones disertábamos puras weas; Pedro Rivera, maestro, nada que decir, con el me gustó la historia, lástima no haberlo conocido antes y el innombrable, porque a este si que lo odié con todo mi corazón, pero fue absolutamente reciproco, viejo horrendo, no le tengo niun poquito de cariño, ni de admiración, ni de nada, nuestro profesor de matemáticas en 3ro. y 4to., esa wea fue pagar todos mis pecados en 2 años, con esa wea sembré mi espacio en el cielo con gratuidad porque nadie, pero nadie, puede aguantar a ese weon, estoy segura que el weon piensa lo mismo de mi y me importa un ajo... Bueno meimportauna wea.

Bueno y así la Fauna de los profesores bien diversa, bien alternativa la cosa, hace pensar también que es una bella profesión... quien de nosotros no soñó o sueña con dar clases alguna vez, quien no se imaginó de profe. A mi me hubiese gustado ser la vieja de Inglés, si, yo creo que podría haber sido una buena vieja de Inglés. En fin el recuerdo es sólo pa abrazar a la distancia a 2 profesoras con mucho amor, por el esfuerzo diario, por la reivindicación de la profesión (cada día con más potencia), por la preocupación por el “sello” porque profesores hay montones (como en todas las profesiones), y la diferencia la hace el corazón, en algo tan tan importante que nos ayuda a ver, de verdá, que hoy en día algo de lo que necesitamos es transformarnos en una cadena de solidaridad y materializar nuestra ayuda y los esfuerzos de otros en actos concretos de movilidad y en eso nuestros queridos profesores y profesoras seguirán haciendo mucho por nuestros niños y niñas, por nuestros jóvenes también.
Patita, querida amiga, (la Vieja de Historia) feliz día del profesor; para mi querida hermana, Nadita, (la Vieja de Castellano), fuerza, nadie dijo que era fácil la custión, pero lo vale. Felicidades en nombre de Uds. A muchos y muchas otr@s.

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